BIONICLE: Guía de Makuta al Universo

"¿Cómo se siente la victoria? ¿Cuál es su olor, su sabor? ¿Puede un ser revivir un momento de triunfo una y otra vez, o se irá como cenizas en el viento?
Sé las respuestas a esas preguntas. Incluso se podría decir que yo sé todas las respuestas a todas las preguntas ahora - porque yo soy la respuesta a todas y cada una."
— Makuta Teridax

BIONICLE: Guía de Makuta al Universo
Libro
Serie	Guías
Escritor	Greg Farshtey
Editorial	AMEET
ISBN 978-83-253-0350-1

BIONICLE: Guía de Makuta al Universo es un libro guía de BIONICLE lanzado en Polonia en 2008, y tiempo después puesto en libertad internacionalmente en LEGO Shop@Home. Una versión de bolsillo del libro fue lanzada por Papercutz el 27 de abril de 2010.

Contenido

El libro es narrado desde el punto de vista de Makuta Teridax, a través de entradas de diario acerca de los principales acontecimientos de la historia, e incluye un mapa de dos páginas del Universo Matoran. La guía cubre detalles acerca de los eventos clave en la historia de BIONICLE. También cuenta con información sobre los diferentes personajes de la historia, leyendas y mitos.

Se incluyen extractos de Espejo Oscuro, Federación del Miedo, Isla de Condenación, Infierno, Caída, y Sombras en el Cielo.

Diario de Makuta - Entrada 8

El mapa de dos páginas del Universo Matoran

¿Cómo se siente la victoria? ¿Cuál es su olor, su sabor? ¿Puede un ser revivir un momento de triunfo una y otra vez, o se irá como cenizas en el viento?

Sé las respuestas a esas preguntas. Incluso se podría decir que yo sé todas las respuestas a todas las preguntas ahora - porque yo soy la respuesta a todas y cada una.

Los Toa Nuva y Takanuva escaparon de Karda Nui, por supuesto - no lo habría querido de ninguna otra forma. En cuanto a los Makuta, vivirán sólo el tiempo suficiente para darse cuenta de que Krika tenía razón. El triunfo de la Hermandad sería mi victoria, y yo no tenía ninguna intención de compartirla. No, yo envié a Antroz y Krika y a los otros a Karda Nui, ya que eran los Makuta que probablemente algún día me desafiarían. Es mucho mejor tenerlos fuera del camino, sin ensuciarme las manos eliminándolos yo mismo... y la tormenta lo hizo bastante bien.

Los heroicos Toa volvieron a Metru Nui, mientras el Gran Espíritu Mata Nui comenzó a levantarse. Por supuesto, nadie más que yo realmente sabía lo que eso significaba. Ya había estado en lugares que nadie más había visto en su vida. He aprendido la verdad definitiva - que Mata Nui no gobernaba el universo de los Matoran - él era el universo. El Gran Espíritu era un gigantesco ser metálico, una poderosa cosa blindada, dentro del cual habitaban los Toa, Matoran, Makuta, Vortixx, Skakdi, Zyglak, y todas las otras especies. Las masas de tierra que habitabamos no son más que parte de la sustancia de Mata Nui, que existen para mantenerlo en funcionamiento. Habíamos mirado al cielo a nuestro Gran Espíritu, cuando estaba realmente a nuestro alrededor.

No, para los habitantes de la Ciudad de Leyendas, era suficiente con que estuviera despierto. Ellos Celebraron. Vitorearon. Inclinaron sus cabezas para dar solemnes gracias a todos los que habían muerto para que pudieran ver este día... todo el tiempo agradecieron a Mata Nui que no fueron ellos los que habían sido llamados a morir. Todo estaba bien en su pequeño mundo enclenque... o al menos eso parecía.

Me di cuenta de que no podía esperar más. Envié una brisa helada a través de su asamblea, y mi risa estaba en la tormenta sobre sus cabezas. Al darse cuenta de que aún vivía, los Toa gritaron desafiándome. Los pobres tontos todavía no entendían.

Mata Nui había muerto, no mucho antes. Como esperaba, los Toa Mahri encontraron una manera de devolverle a la vida. Ya había contado con eso. En el microsegundo entre el momento en que el cuerpo estuvo vivo una vez más y el espíritu de Mata Nui regresó a el, mi propio espíritu entró en el. Una vez que estuvo en el lugar, a la conciencia de Mata Nui se le prohibió habitar en su propio cuerpo, porque no puede haber dos espíritus en una forma. El Gran Espíritu se levantó, levantándose por sobre del mar infinito... y era yo. Ya no necesito soñar con el día en que gobernaría el universo - Yo era el universo.

¿Que hice después? ¿Destruí a todos los Toa? ¿Esclavice a los Matoran? ¿Lluvia de fuego y hielo sobre mis enemigos? No. Habría tiempo para eso más tarde. Tenía una infinidad de años en los que podría atormentar a Tahu, Jaller, y a todos los demás. Yo era la tierra en la que caminaban y el aire que respiraban. No podían escapar de mí mas de lo que podían escapar de la luz de las estrellas o ganarle una carrera al viento. Mi reino de oscuridad, por fin había comenzado.

Ah, que cambios que traería. Los Rahkshi se convertirían en los ejecutores de mi ley, acechando cada asentamiento. Los Visorak barrerían una vez más a través de las tierras conocidas, abrumando cualquier resistencia, aplastando cualquier atisbo de rebelión. Los Toa y los Cazadores Oscuros se dispersarían antes de que el poder de mi sombra, los redujera a amontonarse anticipando con temor cuándo iba a terminar sus existencias lamentables.

Sólo dos cosas todavía me preocupaban. La primero era el propio Mata Nui, cuyo espíritu de alguna manera podía encontrar una forma... molestarme. La segunda era la Máscara de la Vida que, sola, sin duda terminaría con toda la vida en mi universo.

Mi solución era, por supuesto, brillante. Forcé la mente y el espíritu de Mata Nui a entrar en la máscara, y luego expulse la máscara al vacío más allá de este universo, más allá del mundo sobre el que yo estaba. Yo no sé dónde la máscara caerá, si alguna vez lo hace, ni me importa. De una cosa estoy seguro - no tengo ya nada que temer de Mata Nui.

Pero este universo y su gente tienen mucho que temer de mí.

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