"La valentía ante el peligro es admirable. Sin embargo, tres es aún demasiados. O eliges a uno para que viva... o yo elegiré a uno para que muera."
— El Sombrío

Nadie se Quede Atrás
Por Shadow-Nui
Gritos. Los gritos de dolor de Matoran sufriendo a su alrededor. Norik miró en todas direcciones, pero la oscuridad era impenetrable. Cualquier intento de crear fuego para iluminar su camino se extinguía rápidamente. Las sombras se cernían a su alrededor, lentamente, aumentaba la presión del aire en sus pulmones. La oscuridad tomó vida, una entidad viva que sólo buscaba la muerte de este Toa. De pronto la entidad oscura desapareció con los árboles, las rocas, los gritos y lo más importante el suelo. Norik cayó en un abismo, una caída libre perpetua y eterna, para siempre cayendo, cayendo, cayendo....
Norik se levantó rápidamente, jadeando e inmediatamente encendió una llama revelándole su entorno. Los árboles y las rocas seguían allí, aunque los únicos sonidos que se oían eran el canto de los pájaros nocturnos y el susurro del viento entre las hojas, los gritos aún seguían en el fondo de su mente. Respiró profundamente.
"¡VARIAN!" gritó él. Una máscara azul apareció junto a él.
"¿Me llamaste? preguntó ella inocentemente. Norik simplemente la miró.
"¿Cuántas veces te he dicho de que NO hagas eso? le preguntó. Fue menos una pregunta y más una advertencia.
Ella le sonrió. "Si no tuviera retención auditiva perfecta, me insultarías con la pregunta. 288, sin contar la vez que fue ese experimento Xiano.
Norik no le dijo nada, simplemente siguió mirándola.
"¿Qué?, ¿esperabas que recordara más allá de un año? no puedo recordar tanto.
Ellos llevaban acampando en la costa del continente norte varios días ya, esperando a uno de sus contactos. Unas semanas antes, un grupo de Matoran se les había acercado, en calidad de emisarios de su Turaga. Tres Toa de la localidad habían desaparecido por la noche, aunque un cuarto quedó solo, el Turaga sospechaba de un asesinato, así que envió a algunos Matoran para que consiguieran refuerzos. Norik y Varian fueron presionados insistentemente a negar la solicitud y volver con el grupo a su isla. Ellos habían recibido instrucciones de esperar un par de horas fuera de la aldea, en el caso de quien sea, o lo que sea que había atrapado a los Toa todavía estuviese allí. Ninguno de ellos discutió, habían visto caer a muchos compañeros en emboscadas. Se suponía que un informante tenía que volver con ellos dentro de un día o dos, e informarles de la situación; ya habían pasado tres y aunque no lo demostraba, Norik estaba empezando a preocuparse.
Era el turno de Norik de hacer vigilancia, el dio una mirada a su compañera dormida, quien estaba muerta para el mundo. El verla le hizo sonreír. Ella estaba tan llena de energía durante el día, era increíble que pudiera dormir tan bien como lo estaba haciendo. A diferencia de ella, Norik no tenía ningún deseo de interrumpir su sueño. No es que se molestara mucho por ello, esa es simplemente la forma en que ellos habían sido amigos desde hace siglos y él ya se había acostumbrado a sus bromas.
Los dos habían sido desconocidos el uno para el otro, lugares de origen diferentes, equipos diferentes, vidas diferentes. Sus equipos se habían unido para hacer frente a una invasión de Protocairns y su habilidad para el trabajo en equipo para hacer frente a las extrañas bestias (y a la resultante invasión de Parakrekks) llevó a los dos equipos a permanecer unidos. Con el paso de los años su número se había reducido, pero permanecieron unidos y enviaron a sus miembros a varias misiones. Norik y Varian, se hicieron buenos amigos durante este tiempo, a menudo eran emparejados y partían donde pudieran ayudar.
"Es muy tranquila, ¿no?" dijo un Toa de color gris. Norik abruptamente se levantó y convocó una bola de fuego en su mano.
"¡Guau, tranquilo amigo!" dijo el Toa. "No quise acercarme silenciosamente hacia ti. Fuerza de la costumbre, mis disculpas, mi elemento es el Sonido."
Norik bajó su mano, pero mantuvo encendida la bola de fuego. "¿Tú eres nuestro contacto?"
El Toa asintió con la cabeza. "Yo soy el último Toa, mi Turaga quiso venir pero yo insistí en ir en su lugar. ¿Sabes lo que ocurrió?"
"Sólo lo esencial" respondió Norik. "Tus tres compañeros fueron secuestrados durante la noche, pero a ti te dejaron solo. ¿Alguna idea de por qué?"
"Varias" dijo el Toa amargamente. "Cada una más enfermiza que la anterior, pero todas nuestras pistas usualmente nos dejaban con las manos vacías."
Norik suspiró. "Si no puedes decirme mucho más que eso no hay mucho que podamos hacer."
El Toa del Sonido asintió con la cabeza. "Me lo imaginé, sin embargo tenía que intentarlo. Te llevaré con los demás en la aldea."
"Gracias" dijo Norik. "Por cierto nunca me presenté, mi nombre es-" El Toa levantó la mano para que Norik se detuviera.
"Sin nombres. Será más fácil de esa manera. Sólo llámame 'Gris'".
"Supongo que yo seré 'Rojo' entonces" dijo Norik.
Varian, quien había despertado, comenzó a reír. "Entonces seré 'Dorada'". Norik le dio una mirada de reojo. Ella negó con la cabeza.
"No, Norik, no daré marcha atrás esta vez, me debes esto. No voy a ser 'Azul'".
'Gris' río entre dientes. "'Dorada' está bien para mí. Hay que moverse... cuanto menos tiempo perdamos, mejor será".
Se pusieron de pie y se dirigieron hacia la aldea.
"Sin embargo, yo me estaba preguntando" dijo 'Gris'. "¿Por qué es que ustedes no portan armas? ¿Tan buenos son?"
Una mirada de sorpresa cruzó por la cara de Norik brevemente y fue sustituida por una de comprensión. El miró a Varian y le asintió levemente. Varian exhaló profundamente y de pronto se vieron dos cuchillas salir de sus codos y una lanza enorme apareció en la espalda de Norik. Ambos llevaban escudos que parecían irradiar luz, pese a la opresiva oscuridad.
"ESO" dijo 'Gris' "es un buen truco".
Los tres Toa entraron en el pueblo a la mañana siguiente.
"Está terriblemente silencioso" dijo Varian, ajena a su propia voz ruidosa. "¿Dónde están los pobladores?".
"Es muy temprano" dijo 'Gris', aunque viéndose algo inquieto. "Probablemente estén en sus viviendas. Los llevaré a nuestros cuarteles... el cual fue el ultimo lugar donde fueron vistos".
El grupo entró en una vivienda y Varian pronto se adelantó, deteniéndose en un punto muerto de la habitación. Cerrando los ojos y alzando los brazos, ella respiró profundo y constante.
"¿Que está haciendo?" susurró "Gris", temeroso de interrumpir. Norik, quien ya la había visto hacer esto una y otra vez, no se ahorró el esfuerzo.
"Escaneando mentalmente la habitación y los alrededores" dijo, "Te sorprenderías de lo útil que puede ser un simple sondeo. Puede revelar ilusiones, sentir seres ocultándose cerca... a veces el mas mínimo detalle es importante".
Los ojos de Varian se abrieron de golpe.
"¡Cuidado!" gritó ella.
El edificio explotó.
El Cazador Oscuro de armadura color carmesí conocido como Mirador rió maliciosamente. Llevando un enorme cañón de plasma, se dio vuelta hacia su compañero, el coloso Recolector.
"¿Ya ves, Recolector? los Xianos no dejan de tener sus utilidades".
Recolector señaló el cañón de Mirador. "Pensé que te abstenías del armamento sofisticado".
"Normalmente, sí" dijo Mirador, lanzando el arma a Recolector. "Me gusta mucho más sentir mis asesinatos. El armamento de largo alcance es tan impersonal. La devastación que esto causa es, sin embargo... nada menos que magnífica."
"La mujer aún está dentro" señaló Recolector, ignorando el discurso filosófico de Mirador sobre el asesinato.
"Que lástima" dijo Mirador. "Ahí va la caza."
Los ojos de Norik se abrieron. Se incorporó, pero rápidamente volvió a caer, sus músculos gritaban en protesta. Sentándose de nuevo, esta vez mas lento, miró a su alrededor. Había un gran incendio en frente de él, ardiendo con intensidad, a pesar del aire fresco. Era un espectáculo reconfortante, el fuego era su elemento después de todo. Lo era, hasta que recordó lo que lo había provocado.
"¡Varian!" gritó, corriendo hacia la vivienda. Hizo a un lado las llamas con su poder e irrumpió en la morada. El interior estaba en ruinas, pero, afortunadamente, libre de fuego. Haciendo a un lado los escombros y los restos, se encontró con la figura de su compañera de equipo la cargó sobre su hombro y la sacó de la habitación, una vez que estuvieron fuera, la dejó suavemente en el suelo. Aún respiraba, pero sus ojos estaban cerrados y no podía despertarla.
Norik se quedó a su lado durante horas, negándose a dejarla; estaba claro que algo le había sucedido a los pobladores y no podía arriesgarse dirigiéndose a su barco con la posibilidad de una emboscada en el camino. Estaba considerando irrumpir en una de las viviendas con la esperanza de encontrar algo que les pudiera servir cuando su compañera despertó.
"Tranquila" dijo Norik suavemente, "Tranquila".
"Norik" balbuceó. Ella estaba tomando respiros cortos, poco profundos y estaba temblando.
"Cálmate" dijo Norik. "Estás a salvo ahora. ¿Que pasó?"
"Yo... él.." murmuró, entrecortando en cada sílaba. No podía unir más de dos palabras juntas. Norik estaba perplejo y sólo podía ver como ella luchaba por hablar. Encontrando por fin su voz, empezó a contar su relato:
Su sondeo mental había detectado a dos seres cercanos. El examen superficial reveló que estas entidades eran Cazadores Oscuros, armados con un arma capaz de hacer volar a todos al olvido. En el momento en que había gritado su advertencia ya era demasiado tarde. Aumentando sus reflejos con su Kanohi Calix, agarró a Norik y lo aventó fuera de la habitación. Fue demasiado tarde para llegar con su guía Toa, sin embargo y la vivienda fue alcanzada por el ataque. A pesar de la explosión, ella siguió consciente y estaba tratando de encontrar al Toa del Sonido, cuando llegaron los Cazadores Oscuros. El más alto, de armadura color rojo, se acercó a ella, pero antes de que pudiese llegar a ella, una voz resonó desde detrás de ellos ordenándoles que se detuviesen. La voz pertenecía al malherido, pero vivo, Toa del Sonido. El se lanzó hacia los Cazadores Oscuros golpeando con su arma. Mirador le lanzó un feroz contraataque, cortándolo con su espada. Varian comenzó a preparar un ataque elemental, convocando toda la energía mental lentamente, lista para lanzar un ataque devastador. Parecía justo a tiempo, pues 'Gris' fue claramente superado por el perverso Mirador, quien finalmente lo tomó con sus garras. Mirador levantó su espada, listo para darle un golpe mortal y Varian intentó actuar. En la fracción de segundo, antes de que ella desatara su ataque Psiónico el otro Cazador Oscuro preparó y disparó un Rhotuka directamente a Varian.
Allí, su relato terminó. Una vez herida, describió cosas que sólo alguien tocado por la locura podría comprender; Violentas explosiones de colores y una vista caleidoscópica que se desvanece en la nada. Norik reconoció al cazador por su descripción, un Ex-Matoran apodado Recolector, capturado y convertido en un Cazador Oscuro. A partir de la información recopilada, Norik sabía que poseía un Rhotuka con la capacidad de distorsionar mentes, algo que no sólo es un arma poderosa, sino pura agonía para alguien cuya mente es su mejor arma.
"Por favor, Norik" dijo Varian. "Tenemos que salvarlo. ¡Todavía podría estar vivo! No podemos dejar que muera."
Contra todo pronóstico, en contra de su propia intuición, Norik sabía que ella tenía razón. Si había siquiera una posibilidad de que 'Gris' estuviera vivo, ellos no podían permitirse abandonarlo con el enemigo. Estuvieron abajo unas horas, pero habían llegado en un buen barco; si salían al mar, podrían ser capaces de alcanzarlos.
"Muy bien" dijo Norik. "Vamos."
Varian asintió con entusiasmo, levantándose, solo para caer. Norik corrió a ayudarla, pero ella rechazó su ayuda.
"Estoy bien, Norik. Solo estoy... cansada"
A pesar de su seguridad, Norik seguía preocupado.
"Voy a buscar en las viviendas para ver si encuentro algo para que mejores. ¿Estarás bien estando sola?"
Varian asintió. Ella se veía mejor, aunque todavía un poco desenfocada; la experiencia la había dejado impactada. Norik se dirigió lentamente hacia una choza, sin apartarle los ojos de encima.
Tan pronto como se fue, ella se sentó, agarrándose la cabeza con sus manos. Lo que le había dicho a Norik era verdad -- la mayor parte. Definitivamente no era un dolor físico, era sólo una fatiga abrumadora. En cierto modo, era peor que cualquier herida en el cuerpo y ella había experimentado su justa parte de aquello. Ella suspiró. Es difícil ser un Toa. No es de los que menosprecian su deber, por no hablar de su destino, pero las constantes batallas estaban cobrando el precio. Ella inicialmente estaba involucrada con el sigilo y el reconocimiento, ya que sus habilidades se adaptaban perfectamente al trabajo sensorial. Lo que no era adecuado para este trabajo era su personalidad. A ella le gustaba la libertad y más que eso, le gustaba la acción. No contenta con ser el apoyo, ella había solicitado ser asignada a misiones orientadas al combate. Su líder, un veterano Toa de Gravedad, se había inicialmente negado a la solicitud, pero después de mucho negociar, le permitió intentarlo. Se rumoreaba que ella había utilizado sus poderes para hacerle "ver" su punto de vista, pero ninguno de ellos podía permitirse admitirlo. Ella adoraba la acción, pero en retrospectiva, había mordido más de lo que podía masticar: por fuerte que fuera, no era ni de cerca tan hábil en combate como Norik y cada misión la cansaba aún más. Durante años ella había hecho un pacto consigo misma de revelar esos sentimientos a Norik, pero los años iban y venían, y aun así terminó en las líneas del frente.
Su reflexión fue interrumpida por Norik, quien llevaba un objeto brillante en sus brazos.
"No es exactamente un remedio para tu dolor" dijo Norik. "Pero creo que podría sernos útil más adelante"
"Tu siempre sabes como hacerme sentir mejor, Norik" sonrió Varian. "¿Qué hay con los Matoran?"
Norik negó con la cabeza. "Desaparecieron, no se que pasó con ellos.... pero creo que es mejor no saberlo. Vamos. Tenemos un Toa que rescatar."
Al final resultó que, no tenían que darse prisa. Los Cazadores Oscuros justo se estaban preparando para zarpar cuando los Toa llegaron a la orilla. Norik no se molestó con tácticas. Ya hace tiempo había pasado el momento para la sutilidad. El anunció su presencia con una oleada de fuego, seguido de una lluvia de bolas de fuego. Recolector saltó adelante y se llevó la peor parte del ataque, protegido por su gruesa armadura. Mirador no hizo ningún movimiento ante eso, simplemente observó el espectáculo con una mirada divertida. Incluso si hubiera estado prestando atención, no habría notado que Varian, protegida con sus poderes elementales, se infiltró abordo de su barco.
Mirando a su alrededor, ella optó por no realizar una búsqueda manual. Norik no podía retener a los dos Cazadores Oscuros por siempre. Esta dejó su escudo y escaneó la zona con su mente, con la esperanza de encontrar al Toa del Sonido. Tan pronto como hizo esto, sintió el frío metal de la espada de Mirador contra su cuello.
"Pensé que un imprudente ataque frontal era un poco demasiado bueno para ser verdad" dijo el Cazador Oscuro. "Pero yo no sabía donde estabas hasta que fuiste lo suficientemente estúpida para revelarte por ti misma."
Varian no mordió el anzuelo, y en su lugar movió telequinéticamente la espada lejos de su cuello. Una vez que hubo puesto suficiente distancia entre los dos, se agachó y atacó hacia atrás, empujando con las cuchillas de sus codos. Mirador se hizo a un lado, pero fue alcanzado en el torso, desgarrando su armadura. Enfurecido, la agarró con sus garras, la tiró contra una pared, y la atravesó con su espada.
Su batalla se extendió hasta la cubierta. Recolector y Norik seguían luchando en la playa. Recolector tenía la ventaja de poder, pero tenía problemas para maniobrar tras ser impactado por la Rhotuka de lentitud de Norik. Mirador le asestó dos golpes bien dados a Varian y la lanzó por la borda hacia el mar. La atención de Norik se desvió momentáneamente, Recolector tomó ventaja y le disparó a Norik de lleno en el pecho con su blaster. Para cuando se recuperó, el barco estaba a varios Kios de distancia y Varian salía caminando fuera del agua, luciendo completamente disgustada.
"Quería un baño, pero esto no era exactamente lo que tenía en mente" balbuceó ella. "¿Y ahora que?"
"Ahora," dijo Norik, "Es cuando comienza la acción. Trae el barco."
Alcanzaron a los Cazadores Oscuros más rápido de lo esperado. Su barco era grande y estaba fuertemente armado, pero era lento. El barco de Norik, en comparación, era pequeño y rápido. Siguieron a sus enemigos por un corto tiempo, pero la explosión de un Kanoka les dijo que no podían seguir así mucho más tiempo.
Norik miró a Varian. Lo que estaba por hacer era audaz, arriesgado y potencialmente suicida -- peor aún, dependía totalmente de ella. Ellos no tenían muchas opciones pero esta era la que tenía mayor posibilidad de éxito. Era hacerlo o morir, era hora de hacer un movimiento.
Alcanzándolo con su mano y su mente, Varian envolvió el barco de los Cazadores Oscuros en energía telequinética. Grande como era, la inercia misma de la embarcación la mantuvo andando, superando sus poderes, sin interrumpir su viaje. Ellos habían previsto esto. Los poderes de Varian se habían disminuido ya y esto era una tarea desafiante para cualquiera. Por suerte tenían una contramedida. Norik tomó el objeto que encontró en el pueblo: una ornamentada máscara, con la figura de un reloj de arena alrededor de la boquilla y las mejillas surcadas.
La Kanohi de la Energía Elemental.
Se la lanzó a Varian. Inmediatamente después de ponérsela ella sintió una oleada de energía pura pasar a través de su cuerpo, restaurando sus poderes. No era suficiente para eliminar el cansancio, pero actuó como un estimulante, dándole un impulso muy necesario. Alcanzándolo de nuevo, con sus dos manos, ella pasó su energía elemental al barco. El barco se inclinó y balanceó, pero finalmente disminuyó la velocidad, y eventualmente se detuvo.
A la distancia, Varian vislumbró las figuras de Mirador y Recolector emerger sobre la cubierta, para averiguar por que se habían detenido. Ella sonrió. Perfecto. Tomando un poco de impulso, saltó desde la proa del barco de Norik, usando su Calix a tiempo exacto para saltar y alcanzar la distancia necesaria. Mirador dio un paso adelante para hacer frente a su contrincante. Un error, como estaba a punto de averiguarlo.
En el aire, Varian sacó su escudo y concentró su energía en el. Un disco de energía se formó en su centro, imbuido de un poder de sueño. Varian dejó que la Rhotuka volara; la Rhotuka voló a una velocidad letal, impactando a Mirador en seco. El estaba inconsciente después de caer a la cubierta.
Varian aterrizó perfectamente y rodó hacia adelante, minimizando el daño por impacto. Levantándose, ella fue inmediatamente confrontada por Recolector, quien atacó con su espada. Varian detuvo la espada con su escudo, pero Recolector tenía un poderoso brazo detrás de él y la forzó a ponerse de rodillas. Con todas sus fuerzas, desvió la espada a un lado y se lanzó hacia adelante, estirando el codo para alcanzar el costado de Recolector. Sin embargo, su armadura resultó ser demasiado gruesa, y la cuchilla rebotó. Ataques posteriores también resultaron inútiles. Con mucho cuidado, Varian rodeó a Recolector, reacia a utilizar sus poderes mentales, mientras él todavía se aferraba a su Lanzador Rhotuka
Abajo, Norik maniobraba ansiosamente su barco alrededor del barco de los Cazadores Oscuros. Hundir el barco estaba fuera de la discusión (aunque era tentador), y era demasiado arriesgado intentar llegar allí el mismo. Sin embargo, si abandona el bote, abandonará cualquier esperanza de escapar. Era una situación sin salida y dependía completamente de Varian tener éxito, que es como a ella le gustaba. No había forma de discutir con ella una vez que ponía su pie en el suelo con firmeza (lo que hacía a menudo de la manera más literal). Todo lo que podía hacer era esperar y tener fe, dos de sus peores habilidades.
De vuelta en la cubierta, Varian estaba preparando otro Rhotuka. Norik le había dicho que Recolector era un insomne, nunca dormía, pero eso no significaba que no pudiera hacerlo.
Nunca tuvo la oportunidad de probar su teoría, ya que fue golpeada brutalmente en el costado de su cabeza. Mientras caía, pudo ver a Mirador, recuperándose de su "siesta", por el rabillo de su ojo. En sus últimos momentos de consciencia ella envió una súplica telepática, una última y desesperada jugada, y cayó sobre la cubierta. Mirador recogió a la durmiente Toa, y se dirigió hacia el interior para poner el barco en movimiento otra vez.
Recolector siguió su ejemplo, pero un aumento repentino de la temperatura lo hizo mirar hacia atrás. Allí estaba Norik, llamas se arremolinaban a su alrededor, lanza y escudo listos. Norik apuntó su lanza hacia adelante y disparó una ráfaga concentrada de magma. Con una velocidad sorprendente, Recolector esquivó por debajo el disparo y se impulsó hacia arriba. Liberando su amplia gama de armamento, Recolector disparó un arsenal contra Norik, impactándole con su Rhotuka, su cañón de energía y varios discos Kanoka. Norik se vio superado por el ataque y fue capturado por Recolector, quien lo arrastró dentro.
Varian abrió sus ojos; o al menos eso pensó ella. Es difícil saberlo en total oscuridad. Ella buscó a tientas, tratando de hacerse una idea de lo que la rodeaba. Lo único que sentía era la piedra dura y fría de lo que obviamente era una celda de prisión. Un panel de piedra se abrió, cegándola con un repentino rayo de luz. De pie en la nueva puerta se encontraba un enorme Cazador Oscuro de armadura dorada ella sabía que era llamado "Antiguo".
"Ah" dijo el veterano Cazador Oscuro. "Estás despierta. Me ahorras el problema. Tu presencia es requerida en la cámara de El Sombrío".
"¿Requerida?" Varian consultó. "¿Qué pasa si me niego?"
Antiguo se encogió de hombros sin comprometerse. "Te mueres."
"Iré."
"Sabia decisión."
Antiguo llevó a Varian a una gran cámara. Un trono se encontraba en el punto central de la habitación. Sentado en el trono estaba El Sombrío, exudando un aire de confianza y poder que un ser inferior nunca podría poseer. Detrás de él acechaba Oscuridad y a su derecha se sentó Recordador, preparado para cumplir su único objetivo en la vida. Antiguo dejó la habitación, sólo para volver, llevando los cuerpos inconscientes de un Toa del Fuego y un Toa del Sonido.
"Ahora, Toa." dijo El Sombrío, chasqueando la atención de Varian de regreso a él. "Me encuentro en un dilema. Verás, yo pedí dos Toa y sin embargo aquí estoy... con tres. Un problema en muchos aspectos, pero he llegado a una solución inteligente. Voy a permitir que tú elijas por mí."
Durante un minuto, Varian no pudo comprender sus palabras. Poco a poco, la verdad de la simple y malvada acción se alzó en ella.
"No" dijo con decisión. "No voy a hacerlo".
El Sombrío se echo a reír. "La valentía ante el peligro es admirable. Sin embargo, tres es aún demasiados." Bajó su cuchilla justo por encima del cuello de Norik. "O eliges a uno para que viva... o yo elegiré a uno para que muera."
Ella se rompió. Norik era su mejor amigo, y ella no podía ser responsable de su muerte.
"Él" dijo ella. "Norik. Yo lo elijo."
"Predecible" dijo el Sombrío con desdén. "Muy bien. El será regresado al Continente Norte, con vida."
Mientras "Antiguo" sacaba al Toa del Fuego fuera de la habitación, Varian usó sus poderes en él, bendiciendo a Norik con pensamientos y sueños agradables; era todo lo que podía hacer por una vida de amistad.
Cuando se habían marchado, Varian se volvió hacia el Sombrío.
"¿Y qué hay de nosotros? ¿Qué planes tienes para nosotros?"
"Tú" enfatizó el Sombrío, "Pasarás una eternidad aquí, en estasis. No serás capaz de ver, oír o sentir nada."
"¡¿Por... Por qué?!" exclamó Varian. "¿A qué propósito sirve eso?"
"¿Propósito?" dijo el Sombrío burlonamente. "No te hagas ilusiones Toa. No tienes una utilidad mayor. Serás puesta en exhibición aquí, como estas Kanohi. Lo admito, fue difícil elegir un elemento, pero me decidí por Psiónica. Tu tipo tiene un cierto... encanto."
Con su mente tambaleándose, Varian se adhirió a la última pieza de información que todavía no entendía.
"¿Qué pasará con el Toa del Sonido? Yo... ni siquiera conozco su nombre. ¿Qué tienes planeado para él?"
"Su nombre es Triglax" dijo El Sombrío, "y continuará sirviendo a mis órdenes como lo ha hecho durante siglos."
Confundida, Varian se volvió hacia el Toa, sólo para encontrarlo recostado contra la pared. Ante sus horrorizados ojos, comenzó a cambiar y transformarse, hasta finalmente adoptar una forma completamente diferente.
El Sombrío se inclinó hacia ella.
"Afortunadamente para ti, en estasis... tampoco serás capaz de pensar."
Los gritos de Varian fueron el último sonido que ella emitió.
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